Otra de las enfermedades más comunes relacionadas al entrenamiento en días de
calor es la Insolación. Esta quizás sea la más renombrada, pero
no es para tomársela a la ligera ya que puede llegar a ser
fatal.
Es mucho más severa que la hipertermia, y pone en riesgo el
cuerpo en su totalidad. Cuando uno se insola, la temperatura
del cuerpo puede alcanzar niveles que pueden acabar por afectar
permanentemente las funciones cerebrales. Los
síntomas son fáciles de identificar a simple vista e incluyen
tropiezos, confusión general,
comportamiento poco común, vómitos y
pulso acelerado. Es importante llamar de inmediato a una
ambulancia ya que es necesario ser hospitalizado.
Para evitar esta y otras complicaciones al hacer ejercicio, es
importante:
- Mantenerse constantemente hidratado
- Si la rutina excede una hora de duración, tener a la mano
bebidas que contengan electrolitos, que
impiden la deshidratación - Aclimatarse; comenzar con un
precalentamiento suave e ir aumentando gradualmente la
intensidad - Estar atento a la sudoración, ya que no transpirar lo
suficiente es signo de deshidratación - No ejercitar durante las horas de más sol, es decir de 10 am
a 2 pm - Usar ropa holgada, que no nos resulte incómoda ni nos
asfixie y de colores claros